Índice de Calidad de Agua Superficial en Relación al Cumplimiento del Uso IV

Última Actualización: Octubre de 2024

Indicador

Fuente: ACUMAR – Coordinación de Calidad Ambiental

 

Rangos de cumplimiento (junio 2023 – mayo 2024)

Descripción

Este indicador consiste en un índice que muestra el estado de la calidad del agua superficial de los cursos de la Cuenca Hídrica Matanza Riachuelo, asociado al cumplimiento de los valores objetivo del Uso IV derivados de la Resolución ACUMAR  283/2019. Se basa en la aplicación de un índice reconocido a nivel internacional, desarrollado por el Consejo Canadiense de Ministros del Medio Ambiente (CCME, por sus siglas en inglés).

En específico, mide el estado de la calidad del agua para cada estación de monitoreo (EM) de las 35 distribuidas en las distintas subcuencas, a partir de la consideración de los diez parámetros normados para el Uso IV en la Resolución antes mencionada, arrojando un resultado sintético que manifiesta la calidad del agua a partir de la base del cumplimiento de las concentraciones de dicho Uso.

  • pH (unidad de pH) – Valor objetivo entre 6 y 9 upH.
  • Temperatura (°C) – Valor objetivo < 35 °C.
  • Oxígeno disuelto – OD (mg/l) – Valor objetivo ˃ 2 mg/l.
  • Demanda biológica de oxígeno – DBO5 (mg/l) – Valor objetivo < 15 mg/l.
  • Fósforo total (mg/l) – Valor objetivo < 5 mg/l.
  • Sulfuros totales (mg/l) – Valor objetivo < 1 mg/l.
  • Detergentes – SAAM (mg/l) – Valor objetivo < 5 mg/l.
  • Sustancias fenólicas (mg/l) – Valor objetivo < 1 mg/l.
  • Hidrocarburos totales (mg/l) – Valor objetivo < 10 mg/l.
  • Cianuros totales (mg/l) – Valor objetivo menor 0,1 mg/l.

La clasificación se basa en 5 clases, de excelente a muy mala, y representa las condiciones del curso de agua relacionada al deterioro que presenta considerando su alejamiento del Uso IV. Es decir, una calidad excelente significa que la calidad del agua está protegida, sin apenas deterioro y la condición del recurso es casi igual a la del estado deseado de Uso IV.

Las fuentes de información para la medición de este indicador se basan en las campañas de la red de monitoreo de calidad del agua superficial de ACUMAR, disponible en http://www.bdh.acumar.gov.ar/bdh3/index_contenido.php?xgap_historial=reset

Análisis de datos

En el último período calculado (jun23- may24), de las 35 EM, 8 presentaron una “Excelente” calidad, lo que implica que la calidad del agua está protegida, sin apenas deterioro y la condición del recurso es casi igual a la del estado deseado de Uso IV; 16 presentaron una calidad “Buena”, donde la calidad del agua está protegida con un grado menor de amenaza o deterioro y la condición del recurso raramente se separa de su estado deseado de Uso IV; 4 presentaron una calidad “Regular”, donde la calidad del agua está usualmente protegida, pero ocasionalmente se ve amenazada o deteriorada y la condición del recurso a veces difiere de su estado deseado de Uso IV; 1 presentaron una “Mala” condición, donde la calidad del agua está frecuentemente amenazada o deteriorada y la condición del recurso en numerosas ocasiones difiere de su estado deseado de Uso IV; y otras 4 presentaron una clasificación “Muy Mala”, donde la calidad del agua está casi siempre amenazada o deteriorada y la condición del recurso usualmente difiere de su estado deseado de Uso IV. En esta oportunidad, 2 sitios no alcanzaron la cantidad mínima requerida de muestreos para que el valor obtenido sea representativo (NM), uno sin muestras en las tres campañas realizadas, dado que el curso se encontraba seco, y otro con dos monitoreos únicamente. Asimismo, se destaca que el parámetro cianuros totales no fue determinado en alguna de las campañas.

Respecto al año anterior, se observó una variación con aumentos de las categorías extremas, pasando de 3 a 8 en la mejor condición y de 0 a 4 en la peor, ambos a costas de una disminución de la clases intermedias “Buena” y “Mala” respectivamente, manteniéndose la clase intermedia “Regular”.

Históricamente, las peores condiciones se encuentran principalmente en la Cuenca Baja, donde los impactos por la actividad humana ejercen mayor presión, tanto por la elevada densidad poblacional, así como por el mayor grado de urbanización e industrialización. A su vez, se identifican algunos sitios de las Cuencas Alta y Media, situación que se debe a la presencia de núcleos urbanos e industriales, los cuales vierten sus efluentes líquidos en los arroyos, provocando impactos a nivel local.

En el período analizado, las estaciones que presentaron los valores de ICA más bajos son, en orden creciente, las EM 41 y 39, pertenecientes al arroyo Cebey, seguidas por la EM 25, correspondiente al arroyo Teuco, curso entubado que descarga en el Riachuelo y por la EM 63, perteneciente al tramo medio-alto del arroyo Ortega, también entubado aguas arriba donde se emplazan establecimientos agroindustriales que vuelcan sus efluentes allí. En todos estos sitios, los impactos observados resultaron producto de vertidos puntuales de efluentes cloacales e industriales. A continuación, saltando de categoría, se menciona a la EM 19, el arroyo Cildáñez, único sitio categorizado de calidad “Mala” con un valor de 46,4. A partir de allí, se hallaron valores superiores a 70, de condiciones “Regulares”, en sitios distribuidos tanto en Cuenca Alta, Media y Baja. Lo mismo sucedió con las categorías superiores.

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